Alimentar, es un acto que no solo tiene qué ver con la comida

COMER ES MUCHO MÁS DE LO QUE YO CREÍA

Desde hace un tiempo me comencé a empelicular con la alimentación, me comenzó a llegar información por todas partes de lo que significaba realmente comer, y me di cuenta que no era solamente ese acto mecánico que se debe hacer para no ”morirse de hambre”, ni tampoco algo placentero que simplemente se disfruta, sin importar que lo más delicioso sea lo más grasoso, lo más dulce o lo más artificial.

DÁNDOME CUENTA

En ese proceso de “darme cuenta” hice consciente de donde proviene aquello que me como, me di cuenta por ejemplo, que el pollo provenía de “el pollo” y dejé de disfrutar un sabor que era de mis favoritos, porque ya no estaba tranquilo con la idea de que un ave hubiese estado enjaulada y maltratada toda su vida, simplemente para satisfacer un capricho personal que se podía suplir de otras formas, incluso más saludables y benéficas para mí.

También en ese proceso, me di cuenta que literalmente mi cuerpo está hecho de todo lo que me he comido desde que era un bebé, ya que la reproducción celular se da gracias a nuestros procesos de alimentación y literalmente, como dice mi profe de yoga, el cuerpo termina estando hecho de pizza.

Y finalmente, pero no menos importante, me di cuenta que el secreto de todo lo que prospera y lo que muere en este mundo, está conectado con la alimentación. Tengo una relación de pareja hermosa y feliz, porque durante años la he alimentado con respeto, con ternura, con paciencia y con otro montón de nutrientes que ella necesita. De igual forma me he cuidado de no darle de comer miedo, inseguridad, desconfianza, violencia y otro montón de cosas que son venenos para ella.

LA ALIMENTACIÓN NO ES SOLO UN TEMA DE COMIDA

Pero esta teoría no solamente le aplica a las relaciones, en realidad, todo en esta vida depende de un alimento, alimentar requiere tiempo y dedicación, requiere esfuerzo, somos seres limitados que no pueden alimentarlo todo, así quisiéramos hacerlo, debemos elegir qué queremos alimentar en nuestras vidas y renunciar a aquello que literalmente la existencia no nos da abasto. Hay quienes deciden ser padres y alimentan esta labor, otros eligen alimentar una carrera, otros deciden alimentar hobbies, alimentar, alimentar y alimentar, en eso nos pasamos la vida y vamos alimentando y viendo crecer ante nuestros ojos todo aquello a lo que le damos alimento.

Desafortunadamente el algunos momentos alimentamos también el miedo, la inseguridad, la tristeza, la enfermedad, el dolor. Y aunque a lo mejor pocas personas estaríamos dispuestas a reconocer y asumir que nos gusta alimentar aspectos destructivos de nuestro ser, lo cierto es que la mayor parte del tiempo lo estamos haciendo.

¿TÚ QUÉ ESTÁS ALIMENTANDO?

Cuando le respondes a alguien a los gritos sabiendo que de verdad puedes elegir otra forma de hablar ¿no estás alimentando la ira?, cuando eliges seguir la espiral de un pensamiento que sabes que te va a conducir a un lugar oscuro en el cual puedes elegir no estar ¿no estás alimentando el dolor? Cuando permaneces en lugares o situaciones que te hacen daño sin reconocer la función que te hace quedar allí ¿no estás alimentando el sufrimiento?.

Ahora bien, no digo todo esto porque yo hoy sea el nutricionista espiritual más calidoso del mundo, de hecho, me falta muchísimo para eso y debo admitir que hoy por hoy estoy haciendo un trabajo importante para dejar de alimentar el miedo y la ansiedad en mí, sin embargo, quiero compartir este texto hoy, no con el ánimo de dar un sermón moralista, pero si con las ganas de invitar a quienes resuenen para sumarse a esta causa de nutrir y desnutrir a consciencia.

¿CUÁL ES MI INVITACIÓN?

Esta es una invitación a disfrutar y darnos gusto con la comida, que es uno de los placeres más grandes de este mundo, pero también a darnos cuenta que es una industria que “alimenta” la crueldad, el sufrimiento y la destrucción de una naturaleza de la cual dependemos. También este es un llamado a pensar en la alimentación como un acto espiritual y a tomar decisiones sobre cuáles son los aspectos de nuestra vida que queremos nutrir y ver crecer o cuales son aquellos que definitivamente, debemos dejar morir de inanición.

Me gustaría saber tú qué alimentas y que desnutres (o al menos estás en proceso de intentarlo). Déjame aquí abajo tus comentarios.

Para finalizar un pequeño regalo

Les dejo por acá este regalito, un comercial que vi hace varios años y que me gustó mucho, respecto al tema que hoy estamos hablando.

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