Por estos días me andaban haciendo unos procedimientos médicos medio malucos, más exactamente unos cateterismos para curar unas taquicardias que me empezaron a dar hace algún tiempo. La historia con las taquicardias es muy larga y muchos de ustedes depronto se me aburren, pero algo me dice qué tal vez los últimos diez días de esta vuelta, que son como el desenlace y la parte más fuerte de todo, a lo mejor si tienen muchos aprendizajes y enseñanzas que a más de uno le podrían interesar.

Por eso hoy desde el blog de Los Goodies quiero compartirles esto que he llamado el inventario de aprendizajes de mis cateterismos.

APRENDIZAJE #1: NADIE ES ETERNO EN EL MUNDO

Desde que me dijeron que me iban a meter unos cables al corazón y que me iban a quemar allá adentro el problemita de las taki (como cariñosamente nombré a las arritmias), entré en una sensación de pánico, estuve llorando varios días, pensando que todo se podría ir a la mierda, que si algo fallaba a lo mejor no iba a volver a ver a nadie de mi familia y de mis amigos, me dolía pensar que ya se me había acabado la monedita en este parque de diversiones y también pensaba que no hacerme ese procedimiento, de igual forma me exponía a un riesgo de que me pasara algo sin yo haber hecho todo lo que estaba en mis manos para evitarlo.

Este puede sonar al aprendizaje más marica y más obvio de todos, pero es que la verdad es que estar vivos es algo que damos por hecho los humanos, y a lo mejor lo hacemos para poder vivir una vida medio tranquila, puesto que es muy maluco estar sintiendo todo el tiempo que nos vamos a morir, pero definitivamente, recordar nuestra permanencia limitada en este mundo es un deber y casi una obligación, puesto que nos pone en un estado de mayor atención, tanto para amarnos a nosotros mismos como para disfrutar con mayor intensidad todos los milagros que se nos presentan.

Cuando recordamos cada mañana que este podría ser el último día, no nos quedamos enredados en maricaditas diminutas, pasamos por alto un montón de peleas y dramas innecesarios, pero de igual manera, tener una visión de nuestra propia fragilidad, así no pensemos que nos vamos a morir hoy, nos permite valorar más el alimento, el agua, el aire y conectarnos en una relación de riqueza y abundancia, con todo cuando es verdaderamente esencial, dejando de desear tanto un montón de cosas complementarias.

APRENDIZAJE #2: AVANZA SIN MIEDO

Este mensaje me llegó desde muchas fuentes, y aunque como les decía arriba, esta vuelta me embistió muy fuerte, debo reconocer que a lo mejor parte del origen de las arritmias pudo tener su origen en un miedo y un estrés al que le he abierto las puertas de manera recurrente y muy constante en mi vida. Pero me debo reconocer también el mérito de haberme permitido llorar sin colapsar, sentir miedo sin paralizarme y mantener unos niveles decentes de estrés dentro de lo que es posible ante una sensación tan maluca como lo que te digan que te debes hacer un procedimiento médico del corazón.

En medio de todo el caos, recordaba las palabras de Sir Winston Churchill:

“Si estás atravesando el infierno, sigue caminando”

cuando estamos en medio del caos lo peor que podemos hacer es parar, porque es la única decisión que nos garantiza con total seguridad que nunca vamos a salir.

El día antes de la cirugía, mi hermana me hizo un masaje en los pies y me repetía todo el tiempo el título de este aprendizaje “avanza sin miedo”. Mi sobrina de 8 años me hizo también un dibujo de un corazón que decía “no tengas miedo” y por todas partes aparecía esta frase que parecía tan importante para lo que me estaba pasando. Las taquicardias durante casi 3 años no tuvieron otro significado más que el de traer miedo, cada vez que estaba montando bici y llegaba la taki me daba miedo, cuando estaba en un taller de marca y aparecía la taki era más miedo y cuando en las noches quedándome dormido empezaba el corazón a latir desbordado era peor aún.

Personalmente, decidí darle el significado a este procedimiento de “soltar el miedo”, quiero pensar que curando estas takis me estoy dando la posibilidad de vivir una existencia menos miedosa, y verme ahí acostado en la camilla, a punto de entrar al quirófano que me paralizaba de pánico sin intentar escapar o desbordarme en horror, me muestra que a lo mejor, si soy capaz de cruzar cosas difíciles en este mundo, con amor, confianza y atavesándolas con firmeza paso a paso.

APRENDIZAJE #3: NO ES LO PEOR NI SOY EL ÚNICO

Básicamente, los 6 días de hospitalización que me dieron, fueron esperando un turno para poderme hacer el procedimiento, porque necesitaba una orden médica del hospital y también habían muchas personas haciendo fila para procedimientos cardiológicos. Mi novia me dijo una frase que fue de lo más bello que recibí en estos días, ella me dijo: “amor, debemos tener paciencia, porque hay muchas otras personas que como tú, necesitan un corazón bueno para seguir disfrutando de su vida con sus familias”.

Creo que ha sido de los mensajes más amorosos y empáticos que he escuchado, me conmovió que además viniera de una persona que llevaba más de 5 noches durmiendo en un sofá a mi lado para cuidarme y que seguramente moría de ganas porque todo esto pasara rápido, para terminar con la ansiedad, la incertidumbre y volver a dormir juntitos en nuestra cama.

Moraleja: mi caso no era el más grave ni el único, siempre en todas partes, hay personas pasándola mal y sufriendo, sin importar si nosotros estamos siendo felices o desafortunados, el hecho, es que siempre viene bien un poco de empatía.

APRENDIZAJE #4: ESTAR BIEN ESTABLECIDO

Simplemente el hecho de estar metido en un cuarto de 4×4 mt durante casi una semana, sin poder salir ni a la puerta, viendo pasar la vida por la ventana, me produjo en algún momento una sensación horrible de claustrofobia y desespero, pero entonces vino el sagrado yoga al rescate para recordarme lo esencial, ser un humano dichoso y extático no debe depender de los estímulos exteriores, si estás realmente bien establecido puedes estar bien siempre, sabiendo que lo esencial es eso, estar bien por dentro.

Hay una parte de la historia que no he contado, y es que fui a la clínica para que me hicieran el procedimiento con la expectativa de poder salir de alta al día siguiente, pero sobre la marcha resultó que mi taquicardia era más especial de lo que yo pensaba y requería de procesos más avanzados, por lo cual ahora el horrible y azaroso procedimiento clínico no iba a ser uno sino dos.

Curiosamente, a pesar de estar muy asustado, ansioso y de parecer que todo empeoraba en lugar de mejorar, siento que pude estar tan tranquilo como era posible en medio de todo este voltaje, y siento que esto se lo debo agradecer a mi práctica constante de silencio y meditación todos los días. Cuando aprendemos a estarnos quietos y callados, no dimensionamos la herramienta tan útil que estamos desarrollando para el momento en el que vengan los días dolorosos.

APRENDIZAJE #5: EL HAMBRE Y YO

Para poderme hacer el procedimiento tenía que estar en completo ayuno, pero desafortunadamente, la hora de la intervención nunca era exacta, siempre tocaba esperar 4, 5 o hasta 10 horas más de lo que estaba previsto, aún aquellos días en los que no se pudo hacer la intervención por falta de tiempo.

Ahora además de silencio, ansiedad, miedo y todas las cosas pailas que traía esta situación, también había que lidiar con el hambre. Debo reconocer que nunca en mi vida me han hecho falta los alimentos, soy una persona demasiado agradecida y conectada con la comida, casi que es una de las cosas más importantes en mi vida, pero en medio de esta situación, afiancé un poco más la importancia de “comer bien”.

Eso que se nos vuelve un acto mecánico y subvalorado tantas veces es el sustento de nuestras vidas, obviamos la cantidad de personas en el mundo que han muerto a causa de hambrunas, ignoramos que nuestra alimentación tiene un profundo impacto sobre el planeta y la naturaleza, omitimos la idea de conservar la naturaleza para que futuras generaciones tengan comida y agua, nos hacemos los locos ante la cantidad de basuras y desechos que se generan a partir de nuestros antojos y caprichos gastronómicos por pereza de cocínar.

En fin, simplemente toda esta situación me volvió a traer algo que ya sé y que quiero seguir exaltando. “Comer es un acto social, ambiental, espiritual y hasta político”.

APRENDIZAJE #6: CONÉCTATE CON LA FE

Mi fe es algo ecléctica y generosa, creo en Budha, Jesús, Krishna, Ángeles, Vírgenes y otros avatares, pienso que la religión es un acto humano que tiene diversas formas de expresarse y manifestarse sin que podamos decir que unas sean correctas o incorrectas, en mi caso personal, estuve muy conectado con la figura maternal de la virgen por estos días, siento que me acompañó, me tranquilizó y me protegió de una forma muy bella.

A veces necesitamos recordar que estamos conectados y hacemos parte de energías superiores más fuertes y complejas que nosotros, sin sentir que por ello perdemos nuestro poder interior o nos sometemos en un momento de “debilidad”, en mi caso personal siento que es hermoso abrir los canales, pedir mensajes y sentir cómo estos llegan, sin importar de dónde proceden.

APRENDIZAJE #7: EL CORAZÓN ES LA CASA

El día antes del procedimiento vino el médico a explicarme que el corazón es como una casita, y que en el segundo piso estaba el suministro principal de electricidad, del cual salían unas extensiones que bajaban la luz al piso de abajo. En mi caso, habían más extensiones de las necesarias y esto estaba ocasionando un desorden eléctrico que producía las taquicardias, había que anular las extensiones de sobra sin ir a afectar el suministro principal de luz, pues esto me podría dejar con un marca pasos por el resto de la vida.

La cosa ahí no pintaba muy bien, pero en un acto de fe y de imaginación, hice este dibujo para entrar a mi casa interior, a mi corazón, hice varias meditaciones visualizando cómo todo quedaba organizado y bien iluminado. Le pedía a ese corazón que me dijera qué era lo que le pasaba y por qué estaba así, la respuesta que vino tenía que ver con mi afán, con mi necesidad de hacer 1200 cosas a la vez, con mis ganas de correr, con los miedos que a veces dejo que se desborden y me impongan el ritmo acelerado en mis latidos, en fin.. fue una conversación bella y profunda con mi corazón, donde siento que antes de entrar al quirófano ya habíamos realizado varios procedimientos espirituales igual de importantes que el cateterismo.

Hoy me siento muy agradecido con todo el combo médico y de enfermería de la Clínica Las Américas, los considero un equipo de cardiología que de verdad saben trabajar con el corazón, también quiero decir que ahora me siento un poco más liviano y tranquilo, con una casa interior organizada, armoniosa y bella en donde siguen teniendo un lugar privilegiado toda mi familia y mis amigos.

Mil gracias a todos los que estuvieron al tanto y a quienes tal vez no les dije o apenas en este texto se están enterando, pues de igual forma les agradezco, porque me siento un millonario de tener a tanta gente que me quiere y me manda buenas vibras siempre, así no les haya podido informar de una situación tan importante cómo está.

Mil gracias a todos. Tienen un lugar muy valioso en mi nuevo corazón.

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